sábado, 26 de noviembre de 2011

Agua salada.

Son dos, sirena de altamar,
De mares profundos, de mares oscuros
Mares confusos dónde hasta la tiniebla
Tiene miedo de ella misma, Y un dios
De las aguas, que se hace llamar por su
Nombre flaso, un dios que no existe,
y que solo existe por momentos para amarla.

Son dos, los que revuelven
el viento en tempestades magníficas
Cuándo se encuentran, los que
Hacen perder a las aves del cielo con su loco
Y siniestro amor, son dos que se aman
Hasta morir, y aun cuando mueren después
De media noche,la hora magica, siguen amándose hasta el
Amanecer de una nueva vida. Son dos seres
Fantásticos, sacados de leyendas absurdas,
Que viven adentro de un mundo disparatado
Un mundo que no existe, y que solo existe
Por momentos para dar vida a un amor
Uno grande y malvado.

Un amor que mancha el aire de mariposas
de verano, mariposas amarillas, un amor
Que tiñe al cielo de muchos colores, un amor
Loco, lleno de furia y de remordimientos,
Un amor que de pronto se vuelve euforia y parece
Ser adrenalina para muertos, pero en realidad
Es un amor que nació de la oscuridad
Y creció en oscuridad, bajo lunas y crepúsculos,
Un amor extraño, que no existe, y que solo existe
Por momentos para ellos dos, que tampoco existen
Y que solo existen para existir en el mundo inexistente
Del otro. 


Son dos, el dios del mar que se desvive,
El mismo que personifica a una ola,
A una estrella, a un momento en la orilla
Y después lanzarse a lo profundo, el dios
De un mar confuso, oscuro. Un mar raro
Que no existe sino por momentos para la sirena de ojos amarillos.
Y entonces se aman en el vacío, uno arriba y otro abajo,
Pero se siguen amando, aun en las tinieblas,
Aun sin norte, sin faros, sin un poco de brillo,
Y aun perdidos, aun envueltos en la nada,
Saben que las olas son de magía,
Y no de agua salada.