La Noche de Nuestras Vidas

A veces siento que la necesito.
Como si su rostro, que a la verdad no
Conozco bien, moviera alguna cosa
En mi corazón, ella tiene algo, una
Chispa, una nota, un no se qué que me
Trastorna. Es su voz, si, o no, sus ojos
De lechuza, no lo se. Quizás sencillamente su nombre,
Que apenas comienzo a aprender,  ha
Adoptado una forma especifica: la suya.
Para mi no existe otra en el planeta, solo
Ella. Ella es la dueña de ese nombre, la
De los pensamientos mas raros,
La chica del otro lado, así la llamo,
Del otro lado de mi horizonte, porque
Solo puede saber que estoy aquí, pero mas
Nada, la mujer del cabello largo, de la
Sonrisa enorme ... ¿Y si la beso?
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 Ella está loca, sin dudas, se rie, se mueve,
Su cuerpo: una cosa rara y distante para mi, nunca
Ha tenido lugar para permanecer. No se si me evita
O si la incomodo, pero inquieta, como siempre a decir verdad,
Se acerca y se aleja de mi sin dejar unos segundos siquiera
para mirarla de frente y decirle algo, y que me diga algo, lo que sea.
   La atrapo, la llamo, la invito a dejarse ser en esta noche tan clara
Y tan callada, ella solo agita la cabeza y dice que no, que está
Presa de si misma y que la única cosa que puede hacer es cerrar
los ojos hasta que amanezca.
  Tan simple como unas cuantas palabras, como el aliento de su boca
chocandome en la cara era lo único que queria: Para mi ella es una leyenda,
Un cuento fantástico que no puede ser sino solo en el mundo de las ideas,
Alicia perdida en el agujero del Jardín, no espero encontrarla. Ella y yo ¡Ja!
Dos universos distintos, inviables, imposibles...

Sus ojos se pierden entre las sombras y su cara se transforma en lineas
Que se atreven a retar a la oscuridad, le miro la silueta, como frunce el seño,
Como se harta de mi, su voz se vuelve cada vez más tosca y dificil,
como si me atravesara, como si quisiera romper con mi insistencia de una
Vez por todas. Te toco, le digo, te toco, ella no se inmuta, me grita, me reta.
Lleva a mis manos hasta donde nunca me hubiera atrevido, una locura
Se adueña de mis pensamientos, unas ganas de retenerla asi, como un torbellino
capaz de pasarme por encima y acabar con todo.  Su nombre se me escapa
De entre los labios, la emoción más perdida y guardada que tenia por ahi
Vuelve a salir al instante en que ella me muestra su cuerpo, su cuerpo frio
y malvado, tan lejos, tan ideal... Le ruego, le pido, me arrastro por el suelo
como si me redujera a la nada solo por un instante de ella, la quiero para mi, para
Dejarla, para olvidarla, para tenerla y soltarla, dejarla ser...

Ella se torna pesada, como la mujer que realmente ha pertenecido
Al otro lado, nunca conmigo, pero siempre ahi, solo que ella no lo sabe,
Me corta al instante, se da la vuelta, cierra sus parpados y se funde
En sus sueños que nada se parecen a mi, me lo hace saber, me echa en cara
lo que nunca he podido y jamás seré, yo ya lo se...

El deseo de un abrazo de los suyos y de su voz en la oscuridad trastornandome
El ser se ha convertido en la memoria de una noche absurda.
Quizás me diga adios y nunca vuelva,
Quizás la perdí y nunca llegué a tenerla,
Quizás... me quedé en donde siempre he estado, sin nada
Y con todo el peso de mis malas acciones
De mis malos recuerdos.
A su recuerdo: Lo siento.