Hoy era una tarde de banana,
De esas calientes que hacen sudar mucho,
Muchas gotitas saladas, como las de
la lengua de los perros que hay afuera
De mi casa, hoy era uno de esos días buenos
Para sentarse debajo de algo y comer banana
solo eso hasta quedar ebrio, quizás.
Pero es que no tengo a nadie con quien compartirlas,
A mis tardes de banana que hace rato dejaron de ser.
Se que una vez, muy lejana, de tantas cosas lejanas
que tengo en la mente, el dijo que la tarde no es más que una
Cosa cobarde, que la tarde no sirve porque no sabe que ser,
Si día o noche, es solo tarde.
Se quejaba hasta de tener que decir buenas tardes, porque para el
Ninguna tarde era buena, , ¡como si siempre fuera tarde para algo!
Susurraba a veces, pero para mi la tarde es la cosa más hermosa
Que jamás haya podido ver, si, es como si fuera siempre demasiado tarde
Para retroceder ahora solo hay que sentarse a observar el sol yéndose
A dormir. Y es que por la tarde ocurren tantos momentos, incluso la luz suavecita
Tan brillante que destella sobre la vulnerabilidad de las cosas, haciéndolas, de alguna manera,
Más fuertes, por eso voy a comer bananas pedazo por pedazo, porque así se comen
Las bananas, cada vez que sea de tarde, la hora de la tarde y de los juegos.
la hora de la tarde y de los juego... Me suena. Dulce estilo.
ResponderEliminarGracias.
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