viernes, 11 de enero de 2013

¿Te dejas ir? Te lo ruego.





El cansancio es un pretexto para el límite,
Y yo no creo en los límites, los límites no existen.
  Puede que esté rota, cansada, malgastada, pero yo
No me atajo ni me venzo, yo sigo.
Se lo digo al mundo malo que me quiere aniquilar,
Al Dios que me mira y que me ha dado nombre aunque
No lo tuviera mucho tiempo atrás. ¡Pobre de mi! Que me duele,
Que me lloro y me resurjo tantas veces.
   Esta vez me miraré las palmas, yo se cuan poderosas son, cuan
Invencible e irremediable es el sufragio de la venganza, de la injusticia
Inmortal que domina el espacio, la inmensidad completa
 Que nos atraganta  segundo a segundo,
Poco a poco y que pronto nos dejará sin nada, y seremos entes vanos
Con una historia vacía para contar, nada vale, se lo digo, nada vale si
No lo aguantas. Si no eres capaz de brindarte, de deponerte.
De poner las rodillas al suelo y servir, al general incomparable, a la vida
Cruel, a quien sea, nada existe, nada significa realmente hasta que dejemos
De esperar  y comencemos a soportarnos porque si, porque solo así
Se puede ser feliz. Esta vez por nada, vuelvo atrás. Ven,aplástame y
Consúmeme, déjame que muera mil veces, yo te amo. 

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