Hoy es uno de esos días en que la hora
Me grita en la cara, como si el recuerdo de ese
mismo momento en otro tiempo me sacudiera el alma
Mi alma de flor que se va con el viento. Que no me lleve,
Suplico, y se me hacen agua los ojos.
Yo se, pero extraño su rostro. A veces me da el susto de que
Si vuelve a buscarme me iría, porque lo sueño tantas veces
Que no se me olvida su ausencia, que se me detiene la vida
Mientras enveceje el tiempo, Ya me la se, su risa y sus manos frías.
Esta noche lo recuerdo,
Viene con sus pasos lentos, con sus tardes soleadas,
Con sus abrazos contentos, me rio.
Y me creo, yo lo se.
No se cuantas veces voy a recorrer el mismo camino, cuantas
Otras llegaré a este mismo lugar, pero qué, si no existe más
Nada, si es que aquí inicié, y aquí termino- Grito. La madrugada
Es cruel. quiero gritar, pero que nadie me escuche sino la almohada,
Esta vez me sostengo fuerte de mís propios brazos, no te vayas, me suplico.
Hoy parece igual que ayer. Lleno de cosas locas,
Y de palabras sin sentido, me vuelvo loca.
Se me descubren los pies, que noche más sola,
Y más rara.

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